La leche frita es uno de los postres más tradicionales y queridos de la gastronomía española, especialmente en celebraciones como la Semana Santa. Originaria del norte de España —con raíces en Castilla y León, aunque extendida por toda la península—, su historia está ligada a las cocinas humildes que transformaban ingredientes básicos como la leche, el azúcar y la harina en verdaderas delicias.
Este postre, de textura suave y sabor delicado, se caracteriza por una crema espesa cocida que, una vez fría, se corta en porciones, se reboza y se fríe hasta quedar dorada por fuera y cremosa por dentro. La leche frita es un ejemplo perfecto de cómo la cocina tradicional puede ser sencilla pero absolutamente reconfortante.
Ingredientes para 4-6 personas
Para la crema:
- 500 ml de leche entera
- 100 g de azúcar
- 60 g de maicena (harina fina de maíz)
- 1 rama de canela
- La piel de 1 limón (sin parte blanca)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)
Rebozado:
- 1 huevo
- Harina para rebozar
Para freír:
- Aceite suave (girasol o mezcla con oliva)
Decoración:
- Azúcar y canela para espolvorear
Cómo hacer leche frita paso a paso
Paso 1: Infusionar la leche
- Reserva 100 ml de leche en un vaso para disolver la maicena.
- En un cazo, calienta el resto de la leche con la rama de canela, la piel de limón y la esencia de vainilla.
- Cuando comience a hervir, retira del fuego, tapa y deja infusionar 10 minutos.
Paso 2: Preparar la crema
- Cuela la leche infusionada para retirar la piel de limón y la canela.
- Disuelve la maicena en la leche que habías reservado.
- Mezcla ambas leches (la caliente y la fría con maicena) en un cazo, añade el azúcar y calienta a fuego medio.
- Remueve sin parar con varillas hasta que la mezcla espese y tenga textura de bechamel espesa.
Paso 3: Reposar
- Vierte la crema en una fuente rectangular previamente engrasada o forrada con film.
- Alisa la superficie y deja enfriar a temperatura ambiente.
- Cubre con film transparente y deja en la nevera al menos 4 horas (mejor de un día para otro).
Paso 4: Rebozar y freír
- Corta la leche cuajada en cuadrados o rectángulos.
- Pásalos primero por harina y luego por huevo batido.
- Fríe en aceite caliente hasta que estén dorados por ambos lados.
- Retira y escurre sobre papel absorbente.
Paso 5: Toque final
- Mezcla azúcar con canela y espolvorea sobre la leche frita aún caliente.
- Puedes acompañar con un poco de miel o una bola de helado para un postre más completo.
Consejos para una leche frita perfecta
- La clave está en una buena textura de la crema: ni muy líquida ni muy dura.
- Puedes usar leche sin lactosa si lo prefieres, ¡funciona igual de bien!
- Asegúrate de que el aceite esté caliente pero no humeante para evitar que se rompa el rebozado.
Variantes y alternativas
- Con leche condensada: añade un par de cucharadas para una crema más dulce y cremosa.
- Con chocolate: incorpora cacao a la mezcla o sirve con chocolate fundido por encima.
- Con coco: espolvorea coco rallado en lugar de azúcar y canela para un toque diferente.
¡Hora de disfrutar!
La leche frita casera es uno de esos postres que evocan recuerdos, sobremesas largas y el calor del hogar. Fácil, económica y deliciosa, es perfecta para sorprender durante Semana Santa o cualquier día en el que te apetezca un dulce tradicional con mucho cariño.
✨ ¡Anímate a prepararla y revive el sabor más auténtico de nuestra repostería tradicional! ✨